Como madres y padres, tenemos la responsabilidad de brindar ambientes en casa que faciliten el desarrollo de los hijos e hijas. La creación de un horario de actividades diarias suele ser una herramienta efectiva para ayudar a prevenir problemas de conducta en los niños y niñas. Con ellos se enseña a los hijos e hijas a desarrollar y seguir una rutina que les permita organizarse, cumplir con sus obligaciones pendientes y tener tiempo para jugar, divertirse, y pasar tiempo con su familia y amigos.
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Consejos para planificar un horario de actividades diarias
Para ayudar a los niños y niñas a crear y respetar el horario de actividades diarias, se puede partir por crear un horario que sea visible. Esto quiere decir que nos encarguemos de hacer esta agenda, por ejemplo, en un papelógrafo o una pizarra y colocarlo en un lugar que el niño o niña pueda ver. De esa manera siempre tendrá presente sus actividades del día y el horario en que debe realizarlas. A continuación, algunos consejos:
1.Tener horarios fijos para cada actividad
Es esencial establecer horarios regulares para cada actividad en el día. Esto incluye las horas de estudio, tiempo para tareas escolares, momentos de juego, comidas, descanso y otras responsabilidades. Por ejemplo, asignar un bloque de tiempo para hacer la tarea después de la escuela, otro para practicar algún deporte o actividad física, y así sucesivamente. Los horarios establecidos ayudan a los niños y niñas a saber qué esperar y cómo distribuir su tiempo.
2. Permitir excepciones solo por ocasiones especiales
Aunque es importante tener horarios constantes, también es necesario comprender que pueden surgir ocasiones especiales que requieran ajustes. Por ejemplo, una salida en familia, un cumpleaños, entre otros. En estos casos, se pueden hacer excepciones en el horario, pero es crucial explicarle al niño o niña por qué se está haciendo esta excepción y cómo afectará el resto de sus actividades. Esto ayuda a mantener la flexibilidad necesaria sin comprometer el hábito general de seguir un horario.
3. Exponer el orden de prioridades
En el horario, es beneficioso mostrar claramente cuáles son las actividades prioritarias. Esto les enseña a los niños y niñas a reconocer qué tareas deben completar primero antes de pasar al tiempo de ocio. Puedes etiquetar las actividades según su importancia, como «Tareas escolares», «Tiempo de estudio», «Actividad física», entre otras. Esto les ayuda a desarrollar habilidades de gestión del tiempo y a aprender a priorizar responsabilidades.
4. Incluir períodos donde se revise el cumplimiento de las actividades
Es útil tener momentos designados durante el día para revisar cómo van las actividades planificadas. Esto puede ser una oportunidad para discutir qué actividades se completaron, qué quedó pendiente y por qué. También es un momento para hacer ajustes si es necesario. Revisar el horario juntos ayuda a los niños y niñas a ser conscientes de su progreso y a tomar responsabilidad por su tiempo.