Los conflictos con adolescentes son comunes, y forman parte de su crecimiento y desarrollo. Sin embargo, como padres, madres y tutores podemos ayudarlos a que puedan manejarlos de forma saludable. Como padres, madres o tutores, podemos guiarlos para que aprendan a resolver los conflictos que enfrentan a esta edad.
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Enseñar que se debe resolver los conflictos
Como padres, madres o tutores, debemos enseñar a los hijos e hijas que los conflictos son parte de la vida; por lo que podemos adoptar diferentes posturas ante ellos, como la evasión, la acomodación o la concesión. Sin embargo, para superarlos, lo mejor es adoptar la postura de “querer resolverlos”.
¿Esto que quiere decir? Es esencial que les ayudemos a comprender que los conflictos no se resolverán si no actuamos individualmente para solucionarlos. Ignorar el conflicto, posponer su resolución o refugiarse en conductas dañinas (como ciertas adicciones) solo empeorará la situación o, en el peor de los casos, añadirá más problemas.
Dotar a los hijos e hijas de herramientas para superar el conflicto
Pero ¿cómo ayudamos a las y los adolescentes a superar el conflicto? Estos son algunos métodos efectivos:
1. Reflexionar sobre el conflicto
Como padres y madres, debemos educar a los hijos e hijas para que no actúen por pulso; sino que se puedan tomar el tiempo de ver el conflicto desde cierta distancia, con calma, para así poder analizarlo y encontrar soluciones.
2. Enseñar la escucha activa
Es fundamental enseñar a los hijos e hijas a practicar la escucha activa. Esto va más allá de simplemente escuchar por escuchar; implica comprender lo que la otra persona está expresando y tener la oportunidad tanto de hablar como de ser escuchado por la otra parte.
3. Practicar la comunicación asertiva
Para resolver conflictos, debemos enseñarles a desarrollar la habilidad de poder expresar sus pensamientos y emociones, de forma respetuosa, sin ofender a otros. De esa manera pueden comunicarse, en caso de conflictos y proponer soluciones frente al problema o problemas.
4. Enseñar a debatir
La resolución de conflictos no se da imponiendo ideas ni sometiéndose a otras; sino llegando a consensos. Y para llegar a ellos, debemos ayudarles a desarrollar la habilidad de debatir con argumentos, a favor o en contra, de la idea propuesta como solución.
5. Cumplir con acuerdos
Finalmente, también es clave que podamos educar a hijos e hijas en aceptar los acuerdos pactados como parte del proceso de resolución de conflictos.
Junto con lo anterior, también podemos ayudar a las y los adolescentes a hacer frente a los conflictos propios de su edad, motivándolos a practicar actividades de ocio saludables, que los impulsen a interactuar con un círculo social favorable para su crecimiento.