La alimentación saludable previene la malnutrición; además de enfermedades no transmisibles. Por otra parte, los buenos hábitos alimenticios se originan en los primeros años de vida de las personas; lo que, del mismo modo, les proporciona beneficios a largo plazo (OMS, 2018).
Como padres y madres responsables y dedicados al cuidado de las hijas e hijos; es crucial proveerles de una buena y saludable alimentación no solo en casa, sino también en el entorno escolar.
Elaborar un plan de alimentación saludable para estudiantes ayudará a las niñas, niños y adolescentes a tener un correcto crecimiento, prevenir la obesidad, reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles (Sánchez, 2019). Por otra parte, dicha alimentación saludable también beneficiará su desempeño, tanto en el entorno escolar, como en la vida diaria (Burgos, 2007).
En esta publicación, brindamos algunos consejos que ayudarán a proveer un plan de alimentación saludable para estudiantes.
Contenido
1. Conoce sus necesidades calóricas en el transcurso del día
Para elaborar un plan de alimentación saludable, es necesario considerar cuál es el porcentaje de calorías que debe representar cada comida del día, en la dieta del niño, niña o adolescente. Se recomienda que el desayuno de las y los estudiantes represente el 25% de las calorías diarias. Por otra parte, la comida del mediodía debe equivaler al 30% del total, mientras que la comida de la tarde (lonche) de 15% a 20%. Finalmente, la cena debe corresponder un equivalente de 20% a 30% (Burgos, 2007).
2. Aprende la frecuencia con que debes dar ciertos alimentos a tus hijos o hijas
Es importante que conozcas los grupos de alimentos que deben consumir los niños, niñas y adolescentes; para de esa manera proporcionárselos en las cantidades recomendadas al día.
Por ejemplo, en el caso de los vegetales, lo ideal es que como mínimo se consuman dos veces al día, en el almuerzo y la cena. Por otra parte, con relación a la fruta, un mínimo de tres porciones al día es ideal. Con relación a los cereales y harinas, como arroz, pasta y similares, lo recomendable es que sea solo en algunas comidas del día, y de preferencia preferir aquellos que sean integrales. En el caso de los lácteos, se recomienda el consumo diario de 1 a 3 veces al día. Finalmente, en el caso de legumbres, huevos, pescado y carne, la recomendación va a que se consuman entre 3 a 4 veces por semana (Agencia de Salud Pública de Cataluña, 2020).
3. Crea un cronograma de alimentación diaria para asegurar una alimentación completa para tus hijos e hijas
Con los conocimientos anteriores, puedes empezar a crear un cronograma con el menú diario de tus hijas o hijos, teniendo en cuenta no solo los grupos de alimentos, sino los diferentes momentos en el día en que deben consumirlos.
Llena los datos de la siguiente tabla para ayudarte con tu planificación:
Desayuno | Alimento | Bebida |
Lácteo | Agua | |
Cereal – carbohidrato | Agua | |
Fruta | Agua | |
Media mañana | ||
Carbohidrato | Agua | |
Lácte | Agua | |
Almuerzo | ||
Carbohidrato | Agua | |
Proteína | Agua | |
Verduras | Agua | |
Frutas | Agua | |
Media tarde | ||
Frutos secos | Agua | |
Lácteo | Agua | |
Cena | ||
Verduras + Carbohidrato | Agua | |
Proteína | ||
Fruta |
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