
Autores (Estudiantes del CBB):
- Sara Torres
- Joselyn Chaquicondori
- Jimena Zavala,
- Leonel Jorge
- Nelly Camargo
Resumen:
La pandemia del COVID-19 ha forzado a un aislamiento obligatorio con el fin de evitar la propagación de la enfermedad, conllevando más adelante un impacto psicológico como el estrés y la depresión. El presente artículo científico es una investigación sobre la depresión en adolescentes de 13 a 17 años en Lima Metropolitana, cuyo objetivo fue indicar el índice que alcanzó durante el primer año de la pandemia de COVID-19. Se realizó un estudio cuantitativo mediante una encuesta virtual considerando los aspectos relacionados al tema como los malos hábitos, falta de motivación, entre otros, utilizando investigaciones previas. Se ha encuestado a 60 adolescentes pertenecientes a los colegios Innova School, Pamer y Bertolt Brecht, lo cual se concluye un incremento parcial. Algunos datos que lo confirman son que el 85% no duerme lo suficiente, y casi la mitad (48%) no soportó el estar dentro de sus domicilios por un tiempo prolongado.
Metodología:
Se basó en una metodología cuantitativa y dado que nuestro problema consiste de una sola variable, el diseño de investigación es descriptivo. se realizó un formulario virtual a través de la herramienta Google Forms, en donde se incluyeron preguntas para evaluar el modo en que afectó la pandemia en la salud mental, así como en su ámbito social, emocional, hábitos de salud, el interés y la autoestima, buscando conectar estas áreas de la persona con su bienestar emocional y como este se ha visto afectado. En donde el muestreo fue no aleatorio conformados por 60 estudiantes de entre 13 a 17 años de 3 diferentes colegios privados, en los que se encuentran las instituciones educativas como Pamer, Innova School y Bertolt Brecht.
Para lograr esto se tuvo que dar una previa investigación de diversos PDF lo que permitiría extraer las bases teóricas, antecedentes y marco teórico. Una vez esto concluido, el formulario se difundió a colegios privados de San Juan de Lurigancho y se realizó el análisis respectivo.
Resultados:
La pandemia afectó su rendimiento académico y ello recayó en una mínima motivación para estudiar debido a los cambios que trajo este nuevo contexto. (Figura 1)

Junto a esto se sumó el desinterés de los jóvenes en salir, más del 50% deseaba no ir a lugares concurridos, por el contrario el 42% si deseaba salir. Durante el confinamiento muchas de las personas que solían ser extrovertidas, se volvieron introvertidas, dejando de lado su círculo social como la reuniones o fiestas, debido a la decadencia de su salud emocional y adoptando un nuevo estilo de vida creando nuevas conductas como el estar acostumbrado a estar solo en lugares con poca gente, sin embargo la rutina es agotadora y el estar solo para algunos también lo es, se necesita del contacto con otras personas, estar en lugares llenos de gente donde puedan sentirse cómodos. (Figura 2)

Por otro lado, más del 50% de personas respondió que sí realizó ejercicios adaptados a su vida cotidiana. De este modo, se concluye que muchos de ellos encontraron en el ejercicio un modo de seguir manteniendo una mejor de salud física que ayude a la salud mental, contribuyendo a contrarrestar los efectos de la pandemia por la segregación de hormonas como la endorfina y la serotonina. (Figura 3)

De la misma manera, más de la mitad (85%) de los encuestados respondieron que duermen menos de 7 horas, siendo menor al promedio de horas que debe dormir un adolescente. En cambio, un 15% de encuestados que respondieron que duermen más de 8 horas, demostrando que un bajo porcentaje de personas mantiene un “buen” hábito de sueño, sin embargo es importante recalcar que así como no podemos dormir poco, tampoco se tiene que exceder en las horas de sueño, lo más recomendable para esta edad es dormir hasta 10 horas, porque si no, se pueden generar dificultades en el desarrollo de las actividades cotidianas. (Figura 4).

Conclusión:
Se concluye que los estudiantes sí han sido afectados de alguna u otra manera por la presencia del COVID-19, tanto en su salud emocional, en hábitos adquiridos y en la dinámica escolar generada. Dentro de los resultados podemos ver que una mayoría de los estudiantes, dan señales de padecer algunos de los síntomas del trastorno de depresión. Con esto no confirmamos que los adolescentes padezcan la enfermedad en sí, ya que para esto se tendría que hacer diversos estudios en conjunto con gente especializada en enfermedades mentales, pero según la información que pudimos obtener como estudiantes mediante el desarrollo de las encuestas, podemos decir que, si no actuamos, ni tomamos medidas ante esto dejamos que los síntomas presentados se agraven y sí se pueda diagnosticar la depresión. Los resultados obtenidos en esta investigación dan pie a la realización de futuras investigaciones, que den seguimiento a los resultados obtenidos en relación con la manifestación de depresión, dado que este estudio fue realizado con una muestra relativamente pequeña.





